De paso por el cielo
dejando huellas en cada nube
que se esfuma,
a veces quisiera romper
el silencio
con dos gritos y un llanto,
pero la luna sigue menguante,
sigue siendo la misma luna
que no gira,
asi que espero a ver
al caminante salir
del lado oscuro
y plantar su bandera
en el crater de mi alma,
pero la luna sigue menguante
y apenas quedan
los faroles de mi calle
reemplazando a las estrellas,
y siento dejar en cada mirada
un poco de tristeza
pintada en las fachadas
de las casas de este barrio.
No me queda mas ternura
que la luna,
que las nubes que disfrazan
a este cuerpo
que casi deja de estar muerto.
Escribí esto para alguien, hace tiempo, cuando el dolor era una tinta espesa, que fluía en corazón, arterias, venas y capilares. Lo puse de comentario en su blog anónimamente. Me adivinaron un nombre que no era el mío. ¿Habre sido siempre un desconocido? Hasta ahora me queda la duda. Pero ya no duele.
(le cambie un línea pero que importa, total es mío, y las palabras dan lo mismo)
1 comentario:
vaca mala. Mala mala vaca...caí en la trampa del blog cero.
No me gusta mucho el título de este texto porque creo haberlo escuchado antes en alguna canción romántica.
Me gusta el crater de tu alma.
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